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F. Javier Murillo y Sandra Carrillo
En este caso, se evidencia que, si bien los resultados son similares al análi-
sis anterior, en los grupos de menor nivel socioeconómico (P10 y Q1), Loreto
(0,51) es la región con mayor nivel de segregación, mientras que Ica (0,33),
Tumbes (0,34) y Huancavelica (0,39) son las regiones con menor nivel de se-
gregación. En los grupos de mayor nivel socioeconómico (Q4 y P90), Cajamar-
ca (0,47) y Cusco (0,46) son las regiones con mayor segregación, mientras que
Moquegua (0,34) es la menos segregada.
Estos resultados podrían ser explicados por la segregación residencial, a
partir de las diferencias de las escuelas secundarias ubicadas en zonas urbanas
y rurales. En esa línea, Murillo y Martínez-Garrido (2017a) proponen estudiar
la segregación escolar en las zonas urbanas, dado que la segregación residencial
se produce esencialmente en zonas rurales. Es decir, si en un determinado lu-
gar geográco hay una sola institución educativa, esta necesariamente recogerá
a todos los estudiantes de esa zona y, si en esa zona, hay una alta concentración
de familias de determinado nivel socioeconómico, la segregación será alta.
Dada las posibilidades, mínimas o nulas, que tienen las familias de zonas
rurales de elegir una escuela secundaria, la segregación escolar en esas zonas
podría explicarse esencialmente la segregación residencial, por lo que los datos
globales podrían estar inuidos por el número de escuelas en zonas rurales.
En ese sentido, un análisis más profundo de la segregación escolar puede darse
a partir del análisis exclusivo de las escuelas secundarias que se encuentran
ubicadas en zonas urbanas. En las tablas 4 y 5, se muestran los resultados de es-
timar los índices de segregación (Gorard y Aislamiento) solo en las escuelas se-
cundarias urbanas del país y sus regiones. Como un cuarto hallazgo, se identi-
ca que los resultados anteriores se matizan, pero las diferencias se mantienen.
Según el índice de Gorard (Tabla 4), el promedio de la segregación escolar
socioeconómica para las escuelas de secundaria urbanas del país, en su dimen-
sión de igualdad o uniformidad, es de 0,51 (0,54 para el total), manteniéndose
una variabilidad en los promedios de las regiones (de 0,35 a 0,49). El promedio en
las regiones se distribuye de la siguiente manera, según los grupos minoritarios:
• Para el 10% de estudiantes de familias con menos nivel socioeconómico
(P10), la región con hipersegregación (más de 0,6) es Amazonas (0,61).
Las regiones de La Libertad (0,57), Loreto (0,56), Callao (0,55), Piura
(0,54), Lambayeque (0,54), Arequipa (0,52), Áncash (0,51), Cusco (0,50)
y Cajamarca (0,50) tienen una segregación muy alta.
• Para el 25% con menos nivel socioeconómico (Q1), las regiones con los
índices de segregación altos son La Libertad (0,43), Loreto (0,43), Áncash
(0,43), Callao (0,42), Piura (0,42), Amazonas (0,42), Cajamarca (0,41),
Arequipa (0,40) y Lambayeque (0,40).
• Para el 25% con mayor nivel socioeconómico (Q4), las regiones con ni-
veles de segregación altos —de más de 0,40—, son Huánuco (0,47), Ca-
jamarca (0,46), Piura (0,43), Cusco (0,43), Loreto (0,43), Lambayeque
(0,43), Áncash (0,42), Arequipa (0,42), Apurímac (0,42), La Libertad
(0,41), Ayacucho (0,41), San Martín (0,41) y Junín (0,40).
• Para el 10% de estudiantes de familias con mayor nivel socioeconómico
(P90), las regiones con niveles de segregación muy altos —es decir, más de